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Campo de’ Fiori
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Isola Tiberina
Fontana di Trevi
Trastevere
Circo Massimo
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Piazza del Popolo
Castel Sant’Angelo
Basilica di San Pietro
Colosseo
La “ciambella” a la que hace referencia el nombre de la calle donde se encuentra el hoel, deriva del antiguo resto romano que aún hoy se puede admirar y que constituye el único vestigio que ha quedado en pie de las antiguas “Baños Termales de Agrippa” y corresponden a la mitad de lo que fue la gran sala circular, fulcro del mencionado complejo. Hasta el siglo XVII la sala era practicamente entera y era conocida como “El Redondel”, “La Ronda” o “El Torrión” y de ello a la denominación de “Ciambella” (buñuelo en italiano) el pasaje fue muy corto. También el arco que cruzaba por lo alto la calle, al cual se refiere el nombre de la calle, pertenecía al mismo complejo termal, vestigio que desaparece en el 1621, en ocasión de los trabajos de planificación urbanística ordenados por Gregorio XV.
Las termas construidas por Marco Vipsanio Agrippa entre el 25 y el 19 A.C., sono las más antiguas termas publicas de Roma. Venían alimentadas con aguas del Acueducto Virgen, las cuales formaban también un pequeño lago artificial, denominadl “stagnum Agrippae”, y utilizado como piscina. El complejo estaba constituido por dos grandes ejes que se cruzaban en una grande sala circular cerrada en forma de cúpula, alrededor de la cual se disponían todos los ambientes en modo irregular. Las Termas, dotadas de sistema de agua y aire caliente estaban magníficamente decorados con afrescos, estatuas y otras obras de arte: como el l’Apoxyomenos de Lisippo. A su muerte, en el 12 A.C. Agrippa dejó el entero complejo termal, para uso público y gratuito, a la población romana, que lo conservó por mucho tiempo como un valioso bien personal. Las termas fueron gravemente dañadas en el incendio del 80 DC y entonces, restaudadas por Tito e sobretodo por Domiziano. Entre el 120 y el 125 DC fueron nuevamente restauradas por Adriano, como también el Pantheon y el resto de la zona aledaña. Adicionales trabajos se efectuaron también por Settimo Severo, Massenzio e inclusive en el 345 DC por Costanzo e Costante, hijos de Constantino. Se tiene mención de su funcionamiento hasta en el V siglo, pero luego fueron abandonadas (probablemente por el VII siglo) y como sucedió seguido con otros tantos monumentos, sistematicamente destruidos para el reciclaje del material edilicio.
En la parte inferior izquierda de la “Ciambella”, se encuentra un altar de la época del renacimiento, de mármol, con una copia del XIX siglo de la milagrosa “Virgen del Rosario”, en especial por que hizo el milagro de mover los ojos en el 1796 (repitiéndose este milagro por tres semanas). La obra se completa con un dosel de madera con flecos tallados, una repisa con dos faroles a los lados y de un apoyo para las rodillas sobre el cual hay una lápida. La obra pertenecía a la familia Capparucci, que celebraba el primer domingo de octubre, una solemne fiesta, decorando sus parede, faroles y frondas de arándano, hasta que se mudaron, llevándose con ellos también la imagen. Algunos años después, un carpintero de la zona encargó al pintor Pietro Campofiorito, la actual copia: representa la Virgen que sostiene al Niño y tiene en la mano derecha un rosario.